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l inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso nacional, y ante la sorpresa de los legisladores presentes, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, hizo varios pedidos a los legisladores.
En una sesión tensa y por momentos un tanto caótica, Cristina exhortó a los legisladores a que aprueben las leyes Penal Tributaria y Antilavado de activos y anunció además que enviará dos iniciativas al Parlamento, una para reformar la normativa de adopción y otra sobre la ley de propiedad de tierras.
Cristina pidió además que el Parlamento avance con el tratamiento de otros tres proyectos que se encuentran en estudio en el ámbito legislativo: la ley de Software; la de empleadas de casas particulares y el estatuto del peón rural.
La ley penal tributaria "para que vayan presos quiénes evaden al fisco" fue enviada el año pasado por el Poder Ejecutivo a la Cámara baja y es analizado por las comisiones de Legislación Penal (cabecera) y de Presupuesto y Hacienda y no tiene aún dictamen.
En el extenso discurso, que duró cerca de 100 minutos pidió que el Congreso avance además en la ley contra el lavado de activos y afirmó que “sería bueno que el Poder Legislativo pueda tener una actuación más activa en materia de lavado que la que ha tenido hasta ahora, porque sino es probable que la Argentina sea condenada por el GAFI".
El proyecto del Poder Ejecutivo ingresó a Diputados en junio del año pasado y comenzó a ser analizado tres meses después por la comisión de Finanzas que preside Alfonso Prat Gay (Coalición Cívica) y debe aún ser estudiado por la de Legislación Penal cuyo titular es Juan Carlos Vega, también de la Coalición Cívica.
Exhortó a los legisladores a debatir el proyecto que legisla sobre los empleados rurales, que fue enviado al Congreso, también a mediados del año pasado, que se encuentra en las comisiones de Legislación del Trabajo, Previsión y Agricultura y Ganadería, de Diputados.
Desde el estrado y cuando nadie pensaba en anuncios concretos, la presidenta anunció el envío al Parlamento de una nueva Ley de Adopción. "Se necesita una norma que proteja a los menores para que las familias desesperadas por tener un hijo no cometan maniobras ilegales".
Para concluir y en respuesta al reclamo del diputado radical, Pablo Orsolini, de Federación Agraria, quien pidió tratar el tema de la extranjerización de las tierras, la presidenta adelantó que también remitirá al Congreso una nueva ley de propiedad de tierras, que tiene que ser "inteligente y cuidada, ni xenófoba ni chauvinista", y agregó que "seguiría el modelo brasileño".
"Esto es simplemente para que los recursos vitales sigan en órbita. Una norma que no debe ser ni xenófoba y chauvinista", afirmó la mandataria.
Tras aclarar que no se trataba de un reclamo, la presidenta cuestionó la baja productividad registrada el año pasado en el Parlamento e instó a diputados y senadores a que este año aprueben las leyes de Software y de empleados domiciliarias, que se encuentran en avanzado trámite parlamentario.
Apostillas en la sesión inaugural
En un nuevo capítulo de la pelea entre la presidenta de la Nación y su vicepresidente, Cristina le pidió a Julio Cobos -a quien tenia sentado a su izquierda- "un poco de educación" a los seguidores del mendocino que cantaban desde uno de los palcos: "se siente, se siente, Cobos presidente...".
Fueron dos dardos que dirigió a su vicepresidente, que se escuchó a pesar del bajo tono que utilizó: “Pídale un poco de educación a su gente".
En otro momento, la Presidenta le dijo casi en tono confidencial al presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Fellner: "...y después dicen que somos nosotros los que no respetamos las instituciones".
El último legislador en ingresar al recinto fue el diputado nacional de Proyecto Sur, Jorge Cardelli, quien debió permanecer de pie mientras la Presidenta pronunciaba su discurso.Unos minutos antes habían arribado al recinto -también con cierto retraso- los diputados Adrián Pérez y Fernando `Pino` Solanas.
Algunos tomaron nota del discurso de la presidenta. Otros recurrieron a la inmediatez de la tecnología para exponer sus opiniones sobre las palabras de Cristina.Mientras Patricia Bullrich, Adrián Pérez y Juan Carlos Morán (Coalición Cívica) y los oficialistas Patricia Fadel, Nicolás Fernández y Roxana Bertone, tomaron nota, sólo el radical Ricardo Alfonsín y el demócrata mendocino, Omar De Marchi, utilizaron sus computadoras portátiles para referirse al discurso de la presidenta.
Otros aprovecharon la repercusión de las redes sociales como el tweeter para comunicarse. Entre ellos los oficialistas Agustín Rossi y Eric Calcagno y los macristas Federico Pinedo y Paula Bertol.
No pasó desapercibida la clásica campera amarilla que utiliza el diputado salteño, Alfredo Olmedo, que estallaba entre los trajes oscuros de los legisladores.Cuando la Presidenta hizo referencia al trabajo esclavo, Olmedo (empresario sojero) pareció no inmutarse, a pesar de que desde el palco de periodistas un fotógrafo gritó: “esto es para vos Olmedo. Sobre el legislador pesan denuncias que le adjudican tener empleados en esa condición en su campo de La Rioja.
La fogosa legisladora de la Coalición Cívica no pudo controlarse y desde su banca refutó a la presidenta. Fue en ocasión de referirse al avance en materia de juicios contra los militares. Claudia Gil Lozano reprochó a viva voz “500 mil personas desaparecidas”. La intervención generó una oleada de silbidos de los militantes kirchneristas de La Cámpora que se encontraban en la tercera bandeja de la Cámara. “Si la tocan a Cristina qué quilombo se va a armar”, cantaron los jóvenes. Gil Lozano explicó luego que se refería a la cantidad de víctimas de la trata de personas. “Ellos siguen hablando de los desaparecidos del ‘76 al ‘83. Yo estoy de acuerdo con la memoria, la verdad y la justicia pero hay 500 mil personas víctimas de trata”,
Repercusiones
Segundos después de finalizada la exposición de la Presidenta, el Salón de Pasos Perdidos se pobló de periodistas en busca de opiniones sobre lo escuchado.
Agustín Rossi, jefe de los diputados oficialistas: “los índicadores económicos y sociales son una realidad de este modelo". Para Rossi, las explicaciones que dio Cristina Fernández sobre seguridad "fueron por demás exhaustivas. Ha dicho claramente que, para resolver el problema de la seguridad se necesita una acción conjunta de todos los sectores de la vida política y alejados de la tentación electoralista".
Gerardo Morales, senador radical: cuestionó a la mandataria por evitar hacer referencia a la suba de precios. "No ha habido un solo comentario a la inflación y al narcotráfico", replicó.
Ricardo Gil Lavedra, jefe de los diputados radicales: “Los bloques de la UCR están dispuestos a tratar todas las leyes. Esperamos que los bloques de FpV también lo haga", afirmó.
Ernesto Sanz, senador radical y precandidato presidencial: criticó que se haya evitado hablar del alza de precios. "El Gobierno oculta un dato de la realidad, que afecta a los sectores más humildes, pero también al resto de la economía", acusó.
Rubén Giustiniani, senador socialista y precandidato presidencial: rechazó que haya sido la oposición la que trabó el accionar del Congreso: "Veo posible que se aprueben las leyes que pidió la Presidente porque fue el mismo oficialismo el que impidió el tratamiento de algunas leyes. Desde la oposición vamos a tener la mejor predisposición. La autocrítica nunca ha sido el fuerte del oficialismo".
Margarita Stolbizer, diputada nacional, GEN: “Frente a los niveles de crecimiento señalados en su discurso, faltó explicar por qué nuestro país es el único en la región que no puede reducir la pobreza y aumentó la brecha de desigualdad".
Claudio Lozano, diputado nacional y precandidato a Jefe de Gobierno, Proyecto Sur: criticó la mención presidencial a los vetos: "Los dos que tiene la Presidente son muy complicados: tienen que ver con la Ley de Glaciares y 82 por ciento móvil a los jubilados".
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